Estar sentados en silencio y meditar
es una acción activa de paz y por la paz,
la afirmación de unión recíproca
con todo y con todos.
Cada uno queda con sus rasgos caractérísticos
y està presente cerca de los demàs con este deseo de paz
y de entendimiento tan esencialmente propio a cada religión,
cada movimiento religioso o humanístico.
Algunos de nosotros viven tal meditación silenciosa
por la repetición interiora de una mantra, una oración-palabra,
un Nombre Santo, o una oración con que se familiarizó.
Otros quedan en silencio con ideas de paz y de unión
con todos y con todo.
Estar juntos meditando
nos lieva a una experiencia de silencio interior profundo.
Ya sólo nuestra presencia silenciosa aquí
representa una señal hacia el otro,
una expresión de nuestra convicción que es posible
que todos los hombres se encuentren como
verdaderos hermanos y hermanas.
Por vuestra presencia silenciosa aquí
cada uno sabe
que ésto es su deseo y su anhelo màs profundo.
El otro lo comprenderà.
Se trata aquí de un silencio parlante.
Participar en un diàlogo silencioso del corazón
nos conduce a un encuentro real unos con otros
dentro de éste espacio ilimitado del corazón
de que tenemos todos la libre disposición,
todo lo que nuestro verdadero ser separaría del otro, caye.
Vemos nosotros mísmos presentes en el otro.
Se superan ya los conflictos
la paz ya està
pues lo que se realizó en nuestro ser sí mismo
se realizarà en el mundo entero.
Meditación interreligiosa en silencio Amberes